Este delicioso plato italiano es un alimento completo y nutricionalmente equilibrado, puesto que se elabora a partir de una gran variedad de ingredientes. Sin embargo, a menudo, es catalogado como “comida basura”. El extendido consumo de las pizzas industriales, que tienen un alto contenido en grasas y son pobres en nutrientes, tiene mucho que ver. Con ello, son muy pocas las personas que conocen los beneficios de una pizza tradicional elaborada a partir de productos frescos y saludables. En este post, queremos invitarte a descubrirlos.
Los beneficios nutricionales de la pizza
Los beneficios nutricionales de la pizza dependen en buena medida de los alimentos añadidos a la masa. Aún así, la pizza más sencilla, la Margarita, ya nos proporciona una buena cantidad de nutrientes. Los carbohidratos complejos de la harina, que son de absorción lenta, liberan gradualmente glucosa en pequeñas dosis y de forma constante. De este modo, abastecen la demanda energética de nuestros músculos y cerebro durante un largo periodo de tiempo. Todo lo contrario a lo que hace el azúcar, que aumenta súbitamente los niveles de glucosa en sangre.
Por otro lado, la mozzarella contiene altas dosis de proteína animal y calcio. El tomate posee una buena cantidad de antioxidantes, vitaminas, minerales y fibra. Los antioxidantes, vitaminas y minerales nos brindan infinidad de beneficios: contribuyen al retraso del envejecimiento, ayudan a prevenir la aparición de ciertas enfermedades y fortalecen nuestro sistema inmunitario. Por su parte, la fibra favorece el tránsito intestinal.
Las aceitunas también nos aportan vitaminas y, además, grasas HDL, bien conocidas por su papel en el mantenimiento de unos niveles de colesterol saludables. Las hierbas aromáticas como el orégano tienen una función antiséptica y depurativa. Las verduras como el pimiento, la cebolla o los champiñones, igual que el tomate, son ricas en vitaminas, minerales, antioxidantes y fibra. Si la pizza contiene atún u otro tipo de pescado, podremos beneficiarnos de las propiedades de los ácidos grasos omega 3, populares por su contribución al correcto funcionamiento cardiovascular. Además, es rico en vitaminas del grupo B y minerales como el potasio y fósforo.
Una de las grandes ventajas de la pizza reside en el hecho de que es un alimento muy versátil, de modo que permite combinar diferentes ingredientes y así lograr todos los nutrientes de la pirámide alimenticia.
¿Qué dicen los estudios científicos sobre la pizza?
Según un estudio científico de la Universidad de Maryland, Estados Unidos, comer pizza una o tres veces por semana puede ser saludable y aconsejable para prevenir enfermedades. El estudio demostró que la masa de la pizza elaborada a base de harina de trigo, rica en antioxidantes, es beneficiosa para la salud. Las investigaciones mostraron que la cantidad de antioxidantes se incrementa un 82% al hornear la pizza a temperaturas elevadas o durante un largo periodo de tiempo. El doctor Marla Luter, miembro del equipo de investigación, afirma que “la pizza elaborada a base de harina de trigo, al ser horneada contiene más antioxidantes que cualquier otro tipo de harina”.
Los antioxidantes moderan el daño causado por los radicales libres, unas sustancias que nuestro cuerpo libera ante condiciones adversas, como por ejemplo, el estrés. Estas sustancias oxidan diferentes partes de nuestras células, acelerando el envejecimiento y promoviendo la aparición de enfermedades. Esto nos da una idea de los múltiples beneficios que tienen los antioxidantes y, con ello, la pizza.
La pizza forma parte indiscutible de la dieta mediterránea, una dieta basada en el consumo de alimentos que se obtienen de los cultivos tradicionales. Como todos sabemos, se trata de un modelo de alimentación saludable y equilibrado. Así pues, no es de extrañar que nos brinde tantos beneficios, siempre y cuando se elabore de forma tradicional.