El origen de la pizza está fuertemente ligado al pan plano de trigo, una antigua tradición gastronómica mediterránea que, en diferentes regiones, ha ido evolucionando dando lugar a diferentes platos. En Italia, dicha evolución se ha ido consolidando como lo que hoy conocemos como pizza. Productos frescos y al alcance de todos, fruto de nuestra agricultura y clima, son la base imprescindible de las pizzas. En este post, son los grandes protagonistas. Así pues, a continuación, hablaremos de los alimentos de la cocina mediterránea incluidos en las pizzas.
El aceite de oliva
También conocido como el oro líquido, constituye el pilar de la cocina mediterránea. Representa la mayor fuente de grasa de nuestra gastronomía y sus beneficios son innumerables. Para preparar la masa de una auténtica pizza italiana no puede faltar el aceite de oliva. Además, cuando se añade al resto de ingredientes (hortalizas, pescado…) confiere a nuestras pizzas un sabor y un aroma únicos. El aceite de oliva ha servido, desde hace siglos, de base para infinidad de recetas, tanto para cocinar como para aliñar.. Dada su versatilidad y sus propiedades nutricionales, no es de extrañar que sea una parte imprescindible de nuestra dieta y, por lo tanto, de las pizzas.
Queso
Los quesos elaborados en regiones mediterráneas son populares por su calidad y exquisito sabor. Es un hecho innegable que los quesos franceses, italianos, españoles y griegos destacan tanto por su variedad, como por sus propiedades organolépticas. De hecho, muchos de ellos cuentan con denominación de origen. Forman parte indiscutible de nuestra dieta desde la antigüedad y los antiguos griegos ya lo incorporaban a una gran variedad de platos. Es más, Hipócrates, considerado el padre de la medicina, describía sus beneficios nutricionales en sus tratados.
Parmigiano, Gorgonzola, Roquefort, Mozzarella, Feta, Manchego, Camembert… Existen quesos para todos los gustos y confieren un sabor y una textura excepcionales a nuestros platos. Sin embargo, los quesos perfectos para la pizza son el Parmigiano y la Mozzarella.
El pescado y marisco
En una cultura donde el mar tiene un papel esencial no podrían faltar el pescado y el marisco. Todo un símbolo de la cocina mediterránea. Las pizzas con atún y anchoas son un todo clásico, aunque también se incorporan gambas, mejillones y salmón, entre otros productos deliciosos. Expertos nutricionistas insisten en la importancia de este alimento en nuestra dieta y sus beneficios son sobradamente conocidos. Así pues, el mar mediterráneo nos brinda una larga lista de productos que, además de ser saludables, combinan a la perfección con la masa de la pizza.
Harina de trigo
Nuestro clima permite el cultivo de un gran número de variedades de trigo de calidad, que, a su vez, es el ingrediente clave de infinidad de alimentos. Versátil, sencillo y fácilmente accesible, la harina tiene una presencia indiscutible en nuestra despensa. Además, es una excelente fuente de hidratos de carbono, base de la pirámide nutricional de los alimentos. Este producto tan arraigado en la cocina mediterránea es la base imprescindible de productos como el pan, la pasta y, como no, de la masa de la pizza. Las características del molido y la fuerza son determinantes a la hora de elaborar un alimento u otro. En el caso de la masa de la pizza, un alto nivel de fuerza y molido permitirán una mayor consistencia.
Hortalizas
El clima mediterráneo es un aliado indiscutible de nuestra dieta, puesto que permite el cultivo de una gran variedad de verduras y hortalizas. Las hortalizas representan una fuente importante de antioxidantes y fibra y son la base de una amplia variedad de platos saludables. El tomate, el pimiento, la cebolla y el ajo son los ingredientes esenciales de las salsas para pizzas.
Muchas de las hortalizas de nuestra dieta fueron incorporadas en la antigüedad por los árabes, quienes les atribuían un papel nutricional esencial. El consumo habitual de este grupo de alimentos se ha ido transmitiendo de generación en generación hasta nuestros tiempos, consolidándose como parte imprescindible de la cocina mediterránea.
En definitiva, nuestra dieta es fruto de una importante herencia cultural que incluye alimentos frescos, nutricionalmente beneficiosos y compatibles con infinidad de recetas deliciosas. Como la pizza, que ha conquistado paladares alrededor del mundo brindando una excelente opción para cuidarse y disfrutar de la gastronomía mediterránea.