Una pizza artesanal puede ser un alimento sano y nutricionalmente equilibrado si se ha elaborado siguiendo la receta tradicional. Y es que existe una diferencia abismal entre la pizza clásica, la de toda la vida, y la producida en serie. Desde su proceso de elaboración hasta sus ingredientes marcan la diferencia. Mucha dedicación y productos frescos constituyen la esencia de la verdadera cocina italiana. A continuación, te explicamos con más detalle cómo diferenciar una auténtica pizza artesanal.
¿Qué diferencia una pizza artesanal de una industrial?
Una de las diferencias más evidentes es su textura, una buena pizza artesanal es más crujiente. Además, al contrario de lo que creemos, su masa es delicada y fácilmente digerible.
Las grasas saturadas alimentan una falsa creencia: las pizzas dejan sensación de pesadez. Los aceites de girasol y la mantequilla son los principales culpables. También las harinas refinadas confieren cierta pesadez. Además, los saborizantes químicos que se añaden a las pizzas industriales confieren un sabor muy fuerte, saciante y artificial fácilmente identificable para nuestro paladar.
Una auténtica pizza artesanal es ligera y se elabora con harinas de calidad y grasas saludables como el aceite de oliva, que además le confieren sabor y facilitan el proceso de amasado. La receta tradicional italiana logra sabores deliciosos y genuinos con ingredientes naturales y frescos.
El secreto de una auténtica pizza tradicional, paciencia y dedicación.
Como con toda pieza de artesanía, la elaboración de una pizza artesana requiere paciencia y dedicación. El producto final es auténtico, puesto que no existen dos pizzas artesanas exactamente iguales. La masa debe dejarse reposar para su adecuada fermentación. De este modo, las levaduras y las harinas adquieren la consistencia adecuada para su amasado. La espera habrá valido la pena, puesto que se traducirá en una masa ligera y suave.
Las pizzas industriales se fabrican en serie y todas las fases de preparación de la masa se llevan a cabo de forma automatizada. Además, se elaboran recurriendo a ingredientes que están en puntos de cocción distintos, puesto que los ingredientes son cocinados antes de su colocación en la masa y posterior introducción en el horno. El resultado son texturas secas, duras y/o gomosas.
En cambio, en la pizza artesana tradicional se colocan al mismo tiempo sobre la pizza y se cuecen en el horno. Todo ello, desde la preparación de la masa hasta la cocción, contribuye a lograr un equilibrio entre todos los ingredientes, confiriendo esa suavidad y armonía tan característicos de la pizza artesana.
Qué productos se añaden a la masa de una pizza artesanal?
La base de una buena pizza está en la masa, aunque lo cierto es que sin el tomate y el queso no tendría ese toque cremoso. En efecto, junto con la masa, el tomate y la mozzarella son imprescindibles para conseguir su aroma, textura y sabor característicos.
Los quesos industriales dan como resultado una pizza gomosa, en cambio, en una pizza artesana la Mozzarella procede al 100% de leche de vaca y se deshace en la boca. Y la salsa de tomate es preparada a base de tomates frescos, puesto que las salsas precocinadas, además de tener una consistencia pastosa, incorporan una cantidad considerable de azúcar, sal, vinagres y cebolla en polvo. En una salsa tradicional únicamente se añaden verduras frescas y logran su característico aroma mediterráneo con especias como el cilantro, la albahaca o el perejil.
En Pizziosa te brindamos la posibilidad de degustar una auténtica pizza artesanal elaborada a partir de la receta clásica italiana. Contamos con productos frescos de máxima calidad y puedes probarlas en nuestro restaurante. Y si prefieres disfrutarla en tu casa, te la llevamos.